Un año antes de su muerte, que acaeció el 14 de noviembre de 2020, Gustavo Rodríguez Ostria me dijo que lo que escribía en ese momento sería “el libro definitivo sobre el Che en Bolivia”. Afortunadamente alcanzó a terminar el manuscrito, aunque, por la celeridad con que le sobrevino la muerte, este tuvo que publicarse de forma póstuma. Acaba de aparecer en Plural, editado por Juan Ignacio Siles y Víctor Orduna. Se titula “Con las armas. El Che en Bolivia” y es una pieza mayor de la historiografía boliviana y una contribución del autor comparable a “Sin tiempo para las palabras. Teoponte, la otra guerrilla guevarista en Bolivia”, probablemente el mejor libro de Rodríguez Ostria, un historiador brillante que produjo muchos títulos que perdurarán.
A diferencia de lo que ocurría con “Teoponte”, en este caso el historiador se enfrenta a un objeto estudiado hasta la saciedad. La atracción universal que ejerce la figura del Che ha sido el estímulo de incontables publicaciones, películas, documentales, etc. sobre este personaje. El libro que reseñamos es el número 99 realizado por un boliviano en torno al Che, según el registro que lleva Carlos Soria Galvarro, un conocido experto en el tema. Si tomamos en cuenta a los autores extranjeros, debemos multiplicar esta cifra por “n”.