La Razón, La Paz, Bolivia , 8 de mayo de 2010
Hace poco observé con sorpresa en El Alto que habían colocado juntas las coloridas efigies de Ernesto Che Guevara y Osama Bin Laden en la parte trasera de un inmenso bus de pasajeros, y es posible que ese no sea el único vehículo que circula por nuestros caminos con esas imágenes. ¿Qué es lo que mueve a los artesanos-pintores o a los propietarios de esos vehículos para asociar ambas figuras? ¿Es posible trazar un paralelo entre el revolucionario argentino-cubano-boliviano y el líder fundamentalista de origen árabe-saudí? Por cierto, hay algunas semejanzas pero también profundas diferencias.
La imaginería popular transcurre por caminos insondables y suele crear o reforzar aspectos mitológicos a través de íconos. Lo que podría creerse una asociación caprichosa o producida al azar, capaz contenga significados trascendentes, dignos de estudiarse por las novísimas ciencias semióticas.