La Razón (16 de junio de 2014)
Un inspirador del G-77 - El Che fue motivador, inspirador e impulsor de la acción concertada del Sur en su reclamo al Norte.
No se le puede atribuir a Ernesto Che Guevara una participación directa en la creación del G-77, pero tampoco fue un convidado de piedra en el asunto.
El Che era una suerte de embajador de la revolución. Hizo muchos viajes, estableció contactos con líderes mundiales, participó en difíciles negociaciones y representó a Cuba en diversos foros. Propugnó la necesidad de una acción concertada del Sur: países pobres, dependientes y “subdesarrollados” (no se usaba aún el eufemismo de “países en vías de desarrollo”) para exigir derechos, y en su caso, reparaciones al Norte, los países “desarrollados”, ricos, imperialistas y neocolonizadores.
Destacan en esos afanes: 1) su presencia en la reunión OEA en Punta del Este (Uruguay, agosto de 1961). Allí se robó la escena no solo por su imponente figura, sino porque les cantó las verdades a los representantes yanquis que llevaban el dinero para el lanzamiento de la “Alianza para el Progreso”. A los representantes latinoamericanos, con su ruda franqueza, les recordó que las migajas que iban a recibir eran nada más ni nada menos el resultado de que EEUU quería evitar una segunda Cuba. Memorable secuela de esta visita fue el derrocamiento de Arturo Frondizi en Argentina y la renuncia obligada de Janio Quadros en Brasil. El uno por haber sostenido un encuentro secreto con el Che, y el otro, por haberse atrevido a otorgarle en público una condecoración.
2) La Asamblea General de las Naciones Unidas (Nueva York, diciembre de 1964), fue otro escenario importante de esta prédica tercermundista. El Che denunció allí las constantes agresiones de que Cuba era objeto, y en una notable contrarréplica a los ataques que había recibido de parte de algunos representantes latinoamericanos, les recordó que era cubano y también argentino, “y si no se ofenden sus ilustrísimas señoría —ironizó— me siento tan patriota de cualquier país de Latinoamérica, como el que más”. Y por cualquiera de esos países, “en el momento que fuera necesario, estaría dispuesto a entregar mi vida (...)”. Palabras que anticipan su decisión de irse poco después a combatir al ex Congo belga y luego a Bolivia.
3) La primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo —UNCTAD por su sigla en inglés— (Ginebra, marzo-junio de 1964) es la cuna del G-77, pues al final los 77 países fundadores suscribieron una declaración por la cual quedó establecido el grupo, ahora con 133 países componentes + China.
En marzo el Che intervino en esta conferencia con un medular discurso que, entre otros aspectos, destacó lo esencial de la agenda del momento: las contradictorias relaciones entre los entonces países socialistas y los países capitalistas desarrollados, entre éstos y los países subdesarrollados, el multiforme “Tercer Mundo” y también las relaciones no exentas de contradicciones, entre países capitalistas. Destacó ausencias como la de China, aún excluida de la ONU, y presencias indeseables como la del régimen racista de Sudáfrica. Denunció las agresiones a Cuba y emplazó a la representación estadounidense a responder si el bloqueo y las duras restricciones comerciales y financieras impuestas a la isla caribeña no eran una flagrante violación a los principios que se debatían en la conferencia.
Por último, el Che esbozó una serie de propuestas sobre el comercio y su relación con el desarrollo, muchas de las cuales, a pesar de tantos cambios, mantienen su vigencia 50 años después.
En resumen, el Che fue motivador, inspirador e impulsor de la acción concertada del Sur en su reclamo al Norte. Demanda que no es de ayuda como limosna, sino el derecho a la justicia, a la equidad, al fin de la explotación y el saqueo.