El 23 marzo se cumplen 50 años del primer combate guerrillero en las selvas boliviana, dos días después, el Comandante Ernesto Che Guevara reunió a su tropa, y se tomó el acuerdo de darle a la guerrilla el nombre de Ejército de Liberación Nacional de Bolivia, hecho que también cumplirá 50 años.
Los resultados de ese combate fueron catastróficos para el ejército boliviano, al que se le incautaron 3 morteros con 64 proyectiles, 2 bazucas, 16 máuser con 2 000 tiros, 3 usis con 2 cargadores cada una, una 30 con dos cintas, el plan de operaciones y, además, se le ocasionaron 7 muertos y 14 prisioneros. Entre estos últimos, el mayor Hernán Plata Ríos y el capitán Augusto Silva Bogado, que comandaban esas unidades militares.
El gobierno boliviano inició de inmediato una intensa represión y emitió un comunicado el 27 de marzo, en el cual manipuló los hechos. Informaron que en circunstancias en que fracciones de la Fuerzas Armadas, estudiaban el replanteo del tramo caminero Vallegrande-Lagunillas en el sector Ñacahuasú-Lagunillas, un grupo de soldados que realizaba el trabajo de la senda, fue atacado alevosamente por grupos desconocidos con armas automáticas.
Indicaron que se lamentó la muerte del subteniente Amézaga, de 6 soldados y del guía civil Epifanio Vargas, obrero de YPFB [Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos], quienes, luego de caer heridos, fueron cobardemente fusilados.
Que el oportuno aviso de los sobrevivientes permitió una rápida reacción con tropas de la Cuarta División del Ejército, apoyadas por aviones de la Fuerza Aérea, que ocasionaron en sus atacantes su desbande, algunas bajas y la captura de prisioneros, que en su fuga dejaron valijas conteniendo ropa, enseres diversos, folletos sobre guerrillas y propaganda castro-comunista de procedencia cubana, además una grabadora, una radio portátil de alta frecuencia y un vehículo (jeep).
Añadieron que los prisioneros, pobladores de la zona y los soldados sobrevivientes,informaron tratarse de un numeroso grupo de personas de distinta nacionalidad entre los que se encontraban cubanos, peruanos, chinos, argentinos, europeos, y también comunistas bolivianos. Determinaron que estaban pertrechados de armas automáticas modernas y bazookas, ninguna de ellas de las que se usan en el ejército…
Desde ese momento, el gobierno boliviano llevó a cabo una intensa campaña de desinformación, dando a conocer partes oficiales alejados de la realidad. El primer comunicado del ejército tenía varios elementos falsos, entre los cuales se pueden enumerar:
No estaban construyendo caminos por la zona donde se produjo el encuentro.
Los prisioneros recibieron un trato humano y respetuoso.Fueron liberados en lugares seguros para que pudieran recogerlos fácilmente.Ninguno fue fusilado.Los heridos recibieron atención médica.
Los guerrilleros se mantuvieron en sus posiciones.
El ejército boliviano no les hizo prisioneros ni bajas. No les incautaron objetos ni documentos.
La campaña de prensa contra la guerrilla tenía saturadas a las emisoras radiales. Para dar a conocer la verdad, el Che confeccionóel Comunicado No. 1.
“Al pueblo boliviano: frente a la mentira reaccionaria, la verdad revolucionaria.
” Comunicado No. 1.
” El grupo de gorilas usurpadores, tras asesinar obreros y preparar el terreno para la entrega total de nuestras riquezas al imperialismo norteamericano, se burló del pueblo en una farsa comicial. Cuando llega la hora de la verdad y el pueblo se alza en armas, respondiendo a la usurpación armada con la lucha armada, pretende seguir su torneo de mentiras.
” En la madrugada del 23/3, fuerzas de la IV División, con acantonamiento en Camiri, en número aproximado de 35 hombres al mando del mayor Hernán Plata Ríos se internaron en territorio guerrillero por el cauce del río Ñacahuasú. El grupo íntegro cayó en una emboscada tendida por nuestras fuerzas. Como resultado de la acción, quedaron en nuestro poder 25 armas de todo tipo, incluyendo 3 morteros de 60 mm con su dotación de obuses, abundante parque y equipo. Las bajas enemigas fueron: 7 muertos, entre ellos un teniente, y 14 prisioneros, 5 de los cuales resultaron heridos en el choque, siendo atendidos por nuestro servicio sanitario con la mayor eficiencia que permiten nuestros medios.
” Todos los prisioneros fueron puestos en libertad previa explicación de los ideales de nuestro movimiento.”
El comunicado ofreció una lista de las bajas enemigas, y señaló: ” Al hacer pública la primera acción de guerra establecemos lo que será norma de nuestro Ejército: La verdad revolucionaria.
Nuestros hechos demostraron la justeza de nuestras palabras. Lamentamos la sangre inocente derramada por los soldados caídos, pero con morteros y ametralladoras no se hacen pacíficos viaductos, como afirman los fantoches de uniformes galonados, pretendiendo crearnos la leyenda de vulgares asesinos. Tampoco hubo ni habrá un solo campesino que pueda quejarse de nuestro trato y de la forma de obtener abastecimiento salvo los que, traicionando a su clase, se presten a servir de guías o delatores.
” Están abiertas las hostilidades. En comunicados futuros fijaremos nítidamente nuestra posición revolucionaria, hoy hacemos un llamado a obreros, campesinos, intelectuales; a todos los que sientan que ha llegado la hora de responder a la violencia con la violencia y de rescatar un país vendido en tajadas a los monopolios yanquis y elevar el nivel de vida de nuestro pueblo, cada día más hambreado.
” Ejército de Liberación Nacional de Bolivia”.
El 1ro. de mayo de 2017, se cumplirán 50 años de la publicación del Comunicado No. 1 del Ejército de Liberación Nacional de Bolivia, a través del periódico Prensa Libre,en la ciudad de Cochabamba, en ocasión del desfile del Día Internacional de los Trabajadores.
Las agencias internacionales de noticias se hicieron eco rápidamente y las emisoras de radio mineras de todo el país lo retrasmitieron en cadena. Barrientos, encolerizado, ordenó que se apresara al director del periódico, Carlos Beccar, a quien incomunicaron, interrogaron, juzgaron y condenaron a cinco años de prisión.
La solidaridad de los periodistas e intelectuales bolivianos, a los cuales se unieron otros sectores del país y manifestaciones de la Federación Universitaria de Cochabamba, obligaron al gobierno a ponerlo en libertad.
En respuesta, Barrientos promulgó la Ley de Seguridad del Estado, en virtud de la cual sometía a todo el territorio nacional a una situación de excepción, que legalmente les permitía a las fuerzas represivas actuar libremente invocando tal ley.
El día 28, el Che escribió en su Diario de campaña: “Las radios siguen saturadas de noticias sobre las guerrillas. Estamos rodeados por 2,000 hombres en un radio de 120 km, y se estrecha el cerco, complementado por bombardeoscon napalm...”
En su libro “Mi campaña junto al Che”, Inti Peredo escribió: "...Che me ordenó que interrogara a los prisioneros y presentarme como jefe. Esta misión la cumplí durante todo el transcurso de la guerra.
“El Mayor Plata, jefe de las fuerzas prisioneras lloriqueó largamente mientras sus soldados nos pedían que lo fusiláramos por los malos tratos y los abusos que cometía. Por encargo del Che le dije que todos los prisioneros quedarían en libertad, que le dábamos plazo hasta el 27 a las doce del día para retirar a sus muertos. Muyasustado manifestó que se retiraría del ejército. Nos dio una serie de datos importantes sobre las operaciones que se estaban realizando. Por ejemplo, nos dijo que ese ataque estaba programado junto con un bombardeo que se iniciaría al medio día. Ellos debían dejarseñaladas sus posiciones con el objeto de que no sufrieran bajas. Laemboscada los hizo perder contacto radial e impidió que la aviaciónactuara. En realidad, el bombardeo se realizó al día siguiente. El Capitán Silva, otro de los prisioneros, también habló mucho informandoque había reingresado al ejército por petición del PCB, (Partido Comunista de Bolivia), que teníaun hermano estudiando en Cuba y luego, dio los nombres de otrosdos oficiales que podían ser posibles colaboradores".
La actitud de los soldados, señalada por Inti, no es sorprendente. Ellos afirmaban que los jefes militares los explotaban despiadadamente, que eran alquilados como peones en las construcciones de viviendas particulares o a los hacendados donde estaban situadas lasunidades militares, y no recibían ningún pago extra a cambio, todoera para beneficio personal de algunos jefes, como el mayor Plata, que además acostumbraban a castigarlos corporalmente de manera sistemática.
El Capitán Augusto Silva Bogado, fue el primer oficial del ejército boliviano hecho prisionero por los guerrilleros. Su testimonio desde el lado opuesto da a conocer la repercusión de las acciones guerrilleras dentro del propio ejército; la forma en que los campesinos eran obligados a servir de guía o hacer declaraciones; las orientaciones que le dio Barrientos para hacer una falsa acusación contra los guerrilleros; y la participación de la CIA en los interrogatorios a oficiales del ejército boliviano.
En próximo trabajo publicaremos la entrevista al Capitán Augusto Silva Bogado, realizada en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, el 13 de noviembre de 1984.