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Quispaya Choque Ral RalEscribió junto al río Rosita un hermoso gesto de solidaridad humana

El 29 de julio de 1967 la columna guerrillera bajo el mando del Che llegó hasta el río Rosita: venían extenuados de la larga marcha tras el combate sostenido con el ejército dos días antes. Miguel, el jefe de la Vanguardia, había elegido un lugar para acampar situado entre dos caminos, a la orilla de uno de ellos y en las márgenes del río.

Esa noche el Guerrillero Heroico anotó en su diario “(...) Por la noche di la palabra al Chino para que se refiriera a la Independencia de su patria el 28 de julio, y luego expliqué por qué este campamento estaba mal situado, dando la orden de levantarse a las 5 (...) “ [1]

Un ataque de asma lo mantuvo toda la noche despierto, y a las 4:30 su preocupación por la ubicación donde se encontraban se hizo realidad. Una sección del destacamento Trinidad que se desplazaba por la zona alumbrándose con una linterna, estableció contacto con la columna guerrillera e inician un combate donde mueren Raúl Quispaya Choque, José María Martínez Tamayo y es herido Alberto Fernández Montes de Oca.

Al relatar los sucesos, el hoy general de brigada en retiro Harry Villegas señala: “Parte de la vanguardia, Pedro, Aniceto y Raúl, cubrían el camino de Abapó, y la retaguardia reforzada por Chinchu, (Martínez Tamayo), se retiró, no pudieron cruzar el vado, pues el ejército mantenía un fuego concentrado sobre él. Aniceto y Chinchu lo intentaron, pero hirieron al último(...)”  [2]75

En el diario de Pacho quedó recogido también el dramático encuentro: “(...) No habíamos avanzado mucho cuando caímos en una emboscada, la mayoría llegamos al monte, Chinchu queda herido en el medio de la playa entre nosotros y el Ejército. Aniceto a su lado. Su hermano [3] sale a buscarlo puede con él ya que está herido (...) salgo a buscarlo y lo arrastro un trecho hasta que caigo herido. Nuevamente cubro mi posición para proteger a Aniceto y su hermano para que terminara de llegar hasta el lugar en que estábamos, matan a Raúl junto a mí (...)”  [4] 76

Al ofrendar su vida por tratar de salvar al combatiente cubano herido Raúl Quispaya Choque dio el más bello ejemplo de solidaridad humana.

Raúl nació en la ciudad de Oruro, el 31 de diciembre de 1939, en la casa situada en la calle Sotomayor, número 116, esquina Velásquez, donde siempre vivió con sus padres Ramón Quispaya y Toribia Choque y sus cinco hermanos. Uno de ellos, Antonio, aún la habitaba en 1985, cuando fue entrevistado. 

Antonio contó que Raúl era muy reservado e inteligente. Estudió primero en la Escuela España y después en el Colegio Nacional Bolivar en su ciudad natal. A la muerte del padre pasó al curso nocturno y comenzó a trabajar junto a él como sastre.

El joven necesitaba ganarse el sustento, pero continuó estudios universitarios y llegó a ser uno de los mejores alumnos de la Escuela de Economía, donde se mantuvo vinculado a las luchas estudiantiles.

Por su parte Héctor Palenque y Encarnación Nieto, un matrimonio de revolucionarios, amigos y compañeros inseparables de Raúl, lo recuerdan dirigiendo los círculos políticos donde también participaban Simeón Cuba, Willy y Moisés Guevara, miembros de una célula de la Juventud Comunista.

Remarca Héctor que desde esa etapa Raúl comenzó a abrazar el principio de la lucha armada, de lo cual dio muestras durante los combates sostenidos por los estudiantes de Oruro, en los procesos previos a la caída del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) en 1964.

“Raúl fue quien comandó todo el grupo universitario armado que tomó la radio El Cóndor, situada a una cuadra del alto recinto de estudios. Una muchacha puso una granada casera en la puerta de la estación y al estallar, Raúl entró. Desde arriba nos tiraban con una ametralladora, pero él le disparó y penetramos”, apunta.

Como el padre de Héctor era ministro de la Corte de Justicia y su familia tenía una buena posición económica, Raúl Quispaya le decía: “de tu sueldo tienes que reservar 25 mil pesos para comprar bibliografía política”.

Señala que durante mucho tiempo guardó una libreta muy linda donde el hizo un resumen del materialismo dialéctico. “Raúl tenía muchas normas de fortaleza ideológica y de conducta moral. A mi juicio era de los hombres más intensos que he conocido” –apunta Héctor.

Encarnación no olvida el día que murió un camarada y no había bandera del Partido. Ella y Raúl la hicieron. Cuenta que él trajo la tela roja. Cosimos la estrella amarilla y la hoz y el martillo. No nos quedó perfecta, pero pusimos la bandera junto al féretro y después la guardé en casa.

Raúl fue miembro del Comité Nacional de la Juventud Comunista de Bolivia, y en la escisión de 1965 se alineó inicialmente con el sector radical que se identificaba con el pensamiento de Mao Tse Tung. Se integró a la guerrilla en el mes de febrero de 1967 como parte del grupo de Moisés Guevara y pasó a formar parte de la Vanguardia. Al morir tenía 27 años, aún le faltaba experiencia guerrilleera, pero como expresara el hoy coronel Leonardo Tamayo Urbano, “si se le veía desarrollo ideológico”.

No era un hombre de gran fuerza física, pero no dudó en ir a socorrer a un compañero herido. Resultó imposible recuperar su cuerpo, pues durante el largo combate el ejército tomó la playa del río Rosita donde ofrendó su vida por un ideal. Aún no se han encontrado sus restos.


[1] Ernesto Guevara. Diario del Che en Bolivia, p 298 
[2] Harry Villegas: Pombo. Un hombre de la guerrilla del Che, p. 145 
[3] Se refiere a René Martínez Tamayo, hermano de Ricardo o Chinchu.
[4] Alberto Fernández Montes de Oca: Diario de Pacho, ed. Punto y Coma, Santa Cruz, p. 73