Muchas gracias, hermanos y hermanas, hermano Álvaro, a la Ministra de Cultura, al Ministro de Minería, otros ministros, ministras; Edgar Ramírez, muchas gracias por acompañarnos y sobre todo por sus reflexiones y comentarios sobre la lucha del movimiento obrero en Bolivia.
Embajadores, embajadoras, asambleístas departamentales, nacionales, a todas las fuerzas sociales que acompañan este acto; también a nuestras juventudes, los distintos grupos presentes acá, Guevaristas.
Pienso, hermano Álvaro, que esta noche estamos reunidos los verdaderos antiimperialistas para dar homenaje a los 89 años del nacimiento de Che Guevara. La historia cuenta, un 14 de junio de 1928, hace exactamente 89 años, nació el Che y qué coincidencia, hace 82 años se firmó la paz del Chaco para dar fin con la guerra cruenta entre dos pueblos hermanos, paraguayos y bolivianos.
Una guerra que fue impulsada por las trasnacionales imperiales del petróleo, empresas petroleras de Estados Unidos y de Inglaterra, ¿qué hay de común en este día sobre dos fechas históricas? Recordar, hermanas y hermanos, a uno de los hombres más consecuentes con los ideales de emancipación como fue el Che. Emancipación qué significa, liberar a los hombres de toda forma de opresión; pero también liberación de toda forma de violencia. Pues hoy celebramos la paz del Chaco, pero también a un hombre heroico que luchó por la paz del mundo –el Che Guevara–, que luchó para que cese la violencia capitalista, que es la peor de las violencias que ocurre contra la humanidad y contra nuestra Madre Tierra.
El Che es una potente y perenne escuela de pedagogía revolucionaria, jamás dejamos de aprender del Che, y con el Che aprendemos de sus libros, de sus actos, de sus discursos, de su conducta. Podemos aprender muchas cosas que ayudan hoy a la reflexión política; por ejemplo, la teoría del foco revolucionario, ¿cuánto de esta teoría sirve hoy o ha servido para sus tiempos? Seguramente en este tiempo, en las décadas de los 60, 70, esa teoría sirvió de mucho. Hoy debemos releer nuestras relaciones, nuestras realidades sin perder las perspectivas del tiempo de las guerrillas, debemos combinar sabiamente el pasado con el presente.
Hermanas y hermanos, seguramente las guerrillas fueron necesarias para combatir el colonialismo que aplastaba a nuestros pueblos en América Latina, en Asia, en el África. Cuánto de la lucha de Túpac Katari no sirve hoy para vencer a los colonizadores, a los invasores de aquellos tiempos, de estos tiempos modernos o cuánto de las guerrillas de Tambor Vargas sirve hoy para liberarnos de nuestros opresores. No sólo debemos aprender de los éxitos o fracasos de las luchas guerrilleras o revolucionarias; sino también de las condiciones que hacen posible que se produzcan esos procesos.
Tenemos que reflexionar sobre las luchas del pasado y las nuevas formas de luchar hoy para enfrentar aquello por lo que lucharon Túpac Katari, Tambor Vargas, Fidel o el Che, Raúl y el comandante Hugo Chávez. ¿Cuánto han cambiado las condiciones de opresión en nuestro tiempo?, las injusticias (Corte de emisión).
Hemos sido sometidos, pensar en el Che es una manera de aprender nuestra historia y de entender nuestro tiempo, entender a nuestros pueblos; el Che nos sirve para entender su propio tiempo y para tratar de entender nuestro tiempo, pero también para inspirarnos en las nuevas luchas que debemos enfrentar como pueblo, pero como destino colectivo. Con el pensamiento del Che podemos hoy entender lo que pasa en el mundo, el Che nos ha dotado de herramientas poderosas no sólo para comprender el mundo, sino las injusticias, la opresión, la violencia, la guerra imperial, sino también para cambiar el mundo de injusticia, de abuso, de prepotencia, de explotación, y de saqueo.
El Che es un modelo de guerrilleros revolucionarios y de él podemos aprender lo que es un soldado heroico, o la ética del combatiente. El Che es un modelo de trabajador obrero y de él podemos aprender la ética del trabajo revolucionario, del sacrificio colectivo, y de la extrema laboriosa. El Che es un ejemplo de vida y de consecuencia, de él aprendemos esa ética consecuente entre pensar y hacer, entre el discurso y la realidad, entre lo que sueña y lo que se lucha. El Che es la continuidad incondicional del hombre que pensaba y del hombre que hacía.
El Che es la continuidad incondicional del hombre que pensaba y del hombre que hacía, que hacía y que pensaba a la vez; pero el Che, para unos fue un santo, pero para otros es un hereje. Su santidad proviene de ese compromiso profundo, incondicional de su lucha por los otros, de su irreverencia ante la muerte. ¿Qué es un hereje?, es un inconforme, un rebelde, un irreverente, un transgresor; pero a la vez un combatiente que pela por los otros y que busca mejores días para la humanidad.
El pensamiento potente que no se conforma con la ideología de manual, alguien que cree que las ideas deben alimentar las acciones, que el ejemplo debe servir para avanzar. Que no cree en los dogmas, que vive creando, que trabaja creativamente; un hereje es aquel que tiene pena, consciencia de su realidad, de ser transformada porque lo que condena y necesita rebelarse para liberar a los condenados de la tierra. Un hereje es un revolucionario que un día toma las armas, otro día la picota, otro día los libros, otro día el discurso, otro día el debate colectivo; un hereje es como el Che.
El Che junto a Fidel y otros revolucionarios formaron junto al pueblo una revolución invencible; los herejes de la revolución son como el Che o como Fidel, luchan contra aquello que parecía imposible. Se adelantan a su tiempo, luchan con su pueblo, aprenden, enseñan, pelean contra sus oligarquías; pero también pelean contra sí mismos. Para aprender, para superarse a sí mismos superan sus propios dogmas; esos son los herejes, los que no tienen miedo a equivocarse, y cuando se equivocan lo reconocen con la hidalguía de un revolucionario.
Fidel tiene un lindo discurso sobre el Che, si queremos expresar cómo aspiramos que sean nuestros combatientes revolucionarios, nuestros militantes, nuestros hombres, debemos decir sin vacilación de ninguna índole: queremos que sean como el Che. Si queremos expresar cómo queremos que sean los hombres de las futuras generaciones debemos decir que sean como el Che. Si queremos decir cómo deseamos que se eduquen nuestros niños, debo decir sin vacilación: queremos que se eduquen en el espíritu del Che.
Si queremos un modelo de hombre, un modelo de hombre que no pertenece a este tiempo, un modelo de hombre que pertenece a los tiempos futuros, de corazón digo: que ese modelo, sin duda, sin una sola mancha en su conducta, sin una sola mancha en su actitud, sin una sola mancha en su actuación, ese modelo es el Che. Si queremos saber cómo desearíamos que sean nuestros hijos, debemos decir con todo el corazón y con las mentes revolucionarias, debemos y queremos que sean como el Che, eso dijo Fidel. (APLAUSOS) El Che es el ejemplo eterno para los jóvenes, para las nuevas generaciones; necesitamos que nazcan y se desarrollen muchos Ches en Bolivia, en Cuba, Venezuela, Brasil, Argentina, en todo el mundo; nos hace mucha falta que existan más Ches para librar miles de batallas. (APLAUSOS)
Para liberar a nuestros pueblos, para vencer las injusticias, para construir nuestra patria y la Patria Grande, el que no ama a la patria, no ama a la gente; el amor a los otros es el amor a la humanidad. Esta es la base fundamental de la Revolución y cualquier revolución que se pretenda es universal, justa, solidaria y perenne.
El Che es el soldado gigante de la lucha junto a su pueblo contra el poder capitalista, representando a la patria socialista. La gran diferencia entre el capitalismo y el socialismo es que proyecto socialista es un proyecto que piensa y trabaja por la humanidad; el proyecto capitalista es un proyecto que trabaja para el poder de unos cuantos, para la acumulación del capital, que trabaja destruyendo a los otros, pisando a los demás.
El socialismo es un proyecto que construye con todos y para todos, el capitalismo es un proyecto que profundiza las diferencias, que las extiende y las ensancha, que abona la exclusión, que amplía las asimetrías, las inequidades. El capitalismo tiene alma de verdugo, el socialismo tiene espíritu de emancipación. Son dos proyectos distintos; son dos caminos irreconciliables: o nos sumamos a los verdugos o a los capitalistas, a los imperialistas o nos sumamos a los emancipadores.
Los verdugos, que son hijos naturales del capital, del dinero, del abuso, la opresión, no tienen patria; su patria es el dinero, la fortuna, su mística es el saqueo, el robo, la mentira en estos tiempos y la usurpación.
El hombre nuevo es hijo del socialismo, aquel que trabaja para el presente y para el futuro, pero que construye junto a su pueblo, el que pelea y lucha junto a su pueblo, el que triunfa o es derrotado, pero lo hace junto a su pueblo. El Che es la mística eterna de la lucha; ese Che de la Sierra Maestra, de la zafra azucarera, el Che del Ministerio de Economía, el Che de Ñancahuazú, el Che de Angola o el Che de Montevideo está presente nuevamente en Bolivia, en América Latina y en todo el mundo. Ese Che combativo, revolucionario (APLAUSOS), en Bolivia, en América Latina, y en todo el mundo, es Che combativo, revolucionario, además humano y solidario.
Está presente nuestra Brigada de Salud de Cuba, están presentes las 60 millones de atenciones médicas, está presente en el alma de las más de 700 mil personas operadas, de las miles de personas alfabetizadas con el programa Si Puedo y con el programa Mi Salud. Los pueblos de nuestra Patria Grande no están huérfanos del Che ni de Fidel, juntos se pasean por los barrios adentro, por las misiones venezolanas, en las favelas brasileñas, en los aljibes ecuatorianos, en la Amazonía, en los valles y en el altiplano boliviano. El Che nunca fue más necesario que hoy en nuestras patrias flageladas por el capitalismo voraz y por la agresividad imperial, por la voracidad de nuestros recursos naturales. Hoy el Che está vivo más que nunca. (APLAUSOS)
Más vivo y más necesario que nunca, ese es el Che que inspira nuestras luchas contra las arremetidas imperiales, contra la ofensiva imperial, que trata nuevamente de doblegarnos, y estoy seguro que nunca podrán, que tratan de arrebatarnos la bandera de nuestros derechos, de nuestros sueños y nuestra patria.
Los jóvenes tienen que estudiar al Che, pensar junto al Che, luchar y trabajar como el Che, una juventud que no enarbole las banderas de justicia y dignidad, de trabajo y de consecuencia revolucionaria como el Che, no es juventud. Puede ser cualquier cosa, pero jamás una generación de hombres libres, peor una generación rebelde, o un colectivo hereje. Nuestro mejor homenaje al Che es saber más de su pensamiento, aprender cada día de sus luchas, de sus sueños; nuestro mejor homenaje es inspirarnos en su tenacidad inclaudicable y en su espíritu indomable. El Che antiimperialista, el Che anticolonialista; pero también del Che humano, solidario, internacionalista, en fin el Che socialista, nuestro respeto nuestra admiración al Che y a todos los antiimperialistas de Bolivia y el mundo. (APLAUSOS)
Hermanas y hermanos, cuando hablamos del Che hablamos de las guerrillas, guerrillas para las revoluciones. Escuchando algunas intervenciones esta noche, pero también antes, pensaba por qué antes un grupo de hombres y mujeres rebeldes, valientes se organizaron en las guerrillas.
Porque había una injusticia, especialmente en América Latina. Cuando surgen movimientos sociales, movimientos políticos antiimperialistas y ganan las elecciones, ahí vienen los golpes de Estado, golpes de Estado desde el imperio norteamericano, golpes de Estado con participación de la CIA. ¿Acaso los golpes de Estado, las dictaduras militares están en la Constitución de las fundaciones de las repúblicas? Nunca, pero cuando los pueblos, a veces democráticamente, a veces también mediante las guerrillas, se organizan para liberarnos de las oligarquías nacionales, ahí vienen a defender el imperio norteamericano. Porque las oligarquías nacionales son el mejor instrumento del imperio norteamericano, por entonces guerrilleros penalizados, satanizados con cualquier término, antes de comunistas, de rojos, en nuestros tiempos de narcotraficantes, de terroristas, de subversivos. (CORTE)
Si revisamos las intervenciones militares a los centros mineros, las Fuerzas Armadas convertían a los campamentos mineros en cuarteles militares, ¿acaso eso está en la Constitución? ¿Acaso defender bajo armas mediante las Fuerzas Armadas a los empresarios privados internacionales, o transnacionales está en la Constitución? Claro, como siempre la derecha, el imperio norteamericano manejan los medios de comunicación para confundir con cualquier propaganda con mentira y mentira de antes, como también de hoy.
Hermanas y hermanos, a los 50 años de muerte del Che en Bolivia debe ser motivo de mucha reflexión, de mucha organización; pero también de mucha movilización. Yo estoy convencidísimo; para las futuras generaciones, para las juventudes, las nuevas generaciones, el peor enemigo, el peor enemigo de la humanidad es el imperio norteamericano, por ahora.
Es una obligación, todos organizados bajo un programa, bajo principios, con valores, a combatir, no porque quisiéramos combatir al imperio por combatir; sino es nuestra obligación. Combatiendo al imperialismo garantizar la esperanza de las futuras generaciones.
En estos 50 años de la muerte del Che va a ser importante movilizarnos; hay un programa tentativo, con el hermano Álvaro estamos deseando, por ejemplo, un día antes del 8 de octubre, 9 de octubre, un día como un concurso de poesía, todas dedicadas al Che y a la Revolución de América Latina. (APLAUSOS) Canto, música, con nuestra música originaria, música clásica o también cantos al Che mediante Reggaetón, por ejemplo, ¿por qué no?, pero todo al Che y a la Revolución. (APLAUSOS)
Literatura, escribir libros, tenemos una enorme responsabilidad cómo expresar mediante nuestras hermanas del campo en los tejidos. Yo sigo convencido, sobre todo, nuestras hermanas, nunca han sido analfabetas, podemos revisar, ver cómo escribían en sus aguayos mediante el tejido, sus formas de vivencia; de qué viven, su familia que no solamente eran hijo, hija, sino los animales.
A mí me sorprende eso, cómo nuestras hermanas bajo la convocatoria desde el Ministerio de Cultura, de la Presidencia, la Cancillería, anticipando, que expongan; quisiéramos ver en esos tejidos de poncho, aguayo al Che, gran revolucionario, tenemos por tanto una responsabilidad a los 50 años de la muerte del Che. (APLAUSOS)
Hermanas y hermanos, el Che siempre estará presente, el Che es nuestra inspiración de lucha, de trabajo y sobre todo de esperanza para las futuras generaciones. Por eso tenemos una enorme responsabilidad y saludo este pequeño acto para que –a partir de este momento – todos, movimientos sociales, autoridades, pero también con invitados especiales, con la Embajada de Cuba en especial, Argentina espero que nos acompañe porque el Che es Argentino, al margen de las diferencias ideológicas, es importante reconocer esa lucha del Comandante Che Guevara.
Felicidades y mucha suerte, a partir de este momento empieza esta campaña por los 50 años de la muerte del hermano Che Guevara. (APLAUSOS)