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Coco e Inti, hermanados en la vida y en la lucha

Inti cocoLa Razón - Aquí y Ahora - 07 de octubre de 2018
Los hermanos Peredo apuntaban a ser con méritos propios los más destacados jefes político-militares de la guerrilla.
En su evaluación de septiembre, dice el Che en su diario que “Debiera ser el mes de la recuperación y estuvo a punto de serlo, pero la emboscada en que cayeron Miguel, Coco y Julio malogró todo y luego hemos quedado en una posición peligrosa (...)”. Por ello, afirma más adelante, “la tarea más importante es zafar y buscar zonas más propicias”.
Dicha tarea, que implicaba cierto viraje estratégico, no pudo ser alcanzada. La caída de estos tres hombres de la vanguardia guerrillera en las proximidades de La Higuera vino a ser el preámbulo de la batalla de la quebrada de El Churo, en la que el Che fue capturado el 8 de octubre y asesinado al día siguiente, precisamente en la escuelita del poblado de La Higuera, en el mismo lugar donde unos días antes habían sido depositados los cadáveres de los tres guerrilleros abatidos.


Cabe mencionar que la fracción militar a cargo de esta acción fue una compañía comandada por el entonces subteniente de 23 años Eduardo Galindo, compuesta por 34 soldados, relativamente mal armados y sin preparación especial en lucha contrainsurgente, pero capaces de armar una emboscada, modalidad de combate irregular practicada ampliamente por los guerrilleros. Esto implicaba un cambio que el propio Che advirtió cuando anotó en su resumen de septiembre: “Las características son las mismas del mes pasado, salvo que ahora sí el Ejército está mostrando más efectividad en su acción y la masa campesina no nos ayuda en nada y se convierten en delatores”
Antes, en su análisis de julio, al comentar la falta de incorporación campesina había anotado: “Es un círculo vicioso: para lograr esa incorporación necesitamos ejercer nuestra acción permanente en un territorio poblado y para ello necesitamos más hombres”. También, al evaluar al primer campesino con el que la guerrilla había contactado, el Che dejó escrito el 10 de febrero “El campesino está dentro del tipo, capaz de ayudarnos, pero incapaz de prever los peligros que acarrea y por ello (es) potencialmente peligroso”.
Al referirse al libro Crónicas de un soldado, publicado por Galindo 30 años después de los hechos, el escritor Edmundo Paz Soldán sostiene “Aquí están, humanizados, aquellos hombres olvidados que no eran menos idealistas que el Che, y que también estaban dispuestos a morir por sus ideales”.
Anotación del 27 de septiembre en el Diario del Che: “La pérdida más sensible es la de Coco, pero Miguel (capitán cubano Manuel Hernández Osorio) y Julio (médico boliviano Mario Gutiérrez Ardaya) eran magníficos luchadores y el valor humano de los tres es imponderable (...)”.
Coco era el seudónimo de Roberto Peredo Leigue, hermano de Inti, con quien le unían no solo lazos de hermandad y de vida, sino también de una prolongada y aguerrida militancia revolucionaria común en el Partido Comunista de Bolivia y luego en la guerrilla de Ñacahuazú. Nació también en Cochabamba poco más de un año después de Inti, y al igual que él creció en Beni antes de su traslado a La Paz. Siempre juntos, ambos probaron suerte en la fiebre aurífera de Tipuani, surcaron los ríos de Beni conduciendo embarcaciones, y también en cierto momento se dedicaron a la caza de caimanes.
Coco formó parte del grupo de cuatro militantes asignados por Mario Monje, dirigente máximo del PCB, a trabajar con los enlaces cubanos en la preparación de las acciones armadas. Fue a su nombre que se adquirió la finca Ñacahuazú en cuyas inmediaciones se establecieron los campamentos de la guerrilla. Diversos apuntes del Che coinciden en señalar que los hermanos Peredo apuntaban a ser con méritos propios los más destacados jefes político-militares de la guerrilla.
Y para finalizar un apunte ingrato: Joseph Barnadas, responsable de la edición del Diccionario Histórico de Bolivia publicado en Sucre en 2002, alteró la redacción original a nuestro cargo y escribió que Coco estudió medicina en Moscú, confundiéndolo con Chato, el hermano menor de los Peredo, quien comandó la guerrilla de Teoponte en 1970, tres años después de graduarse como médico en la capital rusa. Ojalá se corrijan ése y otros muchos errores del Diccionario, para su segunda edición en la Biblioteca Boliviana del Bicentenario.

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