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Prólogo al Libro: De Ñancahuasu a La Higuera de Adys Cupull y Froilán Gonzáles

La Paz, septiembre de 2007

Es para nosotros un privilegio el que Adys Cupull y Froilán González nos hayan pedido cuidar la edición y escribir unas líneas introductorias para lo que viene a ser la primera edición boliviana de su libro “De Ñacahuasú a La Higuera ”. Y la satisfacción es doble, en primer lugar porque se trata de dos amigos cubanos entrañables y, en segundo, porque el tema de esta publicación, está profundamente vinculado a Bolivia y coincide con nuestras propias inquietudes en el campo de la investigación. Es, además, tremendamente actual por el  aniversario 40 de los hechos que motivan el libro: la presencia y muerte del Che en estas latitudes.

Tenemos con Adys y Froilán una amistad iniciada en la primera mitad de la década de los años 80 cuando ellos llegaron a La Paz  para cumplir funciones diplomáticas. Desde entonces se empeñaron en recoger, con infinita paciencia y dedicación, testimonios e indicios, “las huellas” del comandante guerrillero en Bolivia. Desde esos tiempos uno de nosotros también llevaba adelante similar tarea, la misma que desde hace ya casi 15 años es respaldada, alentada y en gran medida compartida entre los dos, un poco a la manera de Adys y Froilán. La amistad con ellos, cultivada a lo largo de tanto tiempo, se ha fortalecido con esporádicos encuentros, generalmente en las ferias del libro, en La Habana y en La Paz, como a través de la herramienta electrónica que vence distancias acercando a la gente que quiere comunicarse.

En el trasfondo de esta relación está el respeto y el aprecio que mutuamente profesamos por nuestros pueblos.

Adys María Cupull Reyes y Froilán González García son una pareja muy poco común. Excepcionalmente fecunda. Llevan casados más de 40 años, han procreado tres hijos y han producido a dos manos más de una treintena de libros.¡Seguramente que en el mundo entero hay muy pocos casos semejantes!

Ella, licenciada en periodismo y él en ciencias jurídicas, se han ocupado de la vida, la obra y el pensamiento de prominentes personalidades de la historia cubana y latinoamericana como Mariana Grajales, Leonor y Mariano, los padres de José Martí, Julio Antonio Mella, Tina Modotti, Ernesto  Guevara de la Serna,  Celia de la Serna Llosa.Escriben sistemáticamente para diversos medios de difusión de su país y del extranjero. Son  docentes de varias instituciones de educación superior y han dictado conferencias en más de 30 países de Europa, África, América Latina y Asia.Pertenecen a numerosas entidades culturales de su país, como  la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), la Unión de Periodistas, el Instituto de Historia, la Sociedad Cultural José Martí y otras.

También son asesores de museos históricos, especialmente del Museo de la  Revolución en Cuba y con su amplia biblioteca de trabajo en La Habana promueven la lectura de obras de la cultura universal y apoyan a  estudiosos e investigadores.Algunos de sus libros fueron traducidos al inglés, italiano, francés, neerlandés, chino, portugués, alemán, turco, ruso, griego.... Y otros han servido de guión para  la radio, la televisión, el teatro y diversos  formatos multimedia. Sus obras también han sido utilizadas para la construcción de exposiciones itinerantes, como la dedicada a Tina Modotti, la compañera del joven líder cubano Julio Antonio Mella  asesinado en México el 10 de enero de 1929. La exposición ha recorrido numerosas ciudades de  Italia, España, México y Argentina.Como es de suponer, por una labor tan descollante, Adys y Froilán han recibido numerosos premios, reconocimientos y condecoraciones de instituciones  cubanas y de otros  países.

Otra pasión compartida que disfrutan son los viajes que les permiten conocer pueblos y culturas y así forjar amistades por doquier, además de recorrer con especial predilección ruinas arqueológicas para apreciar la herencia cultural latinoamericana. De ahí que, en su estancia en Bolivia se convirtieron en fieles admiradores de Tiahuanaku y Samaipata, por ejemplo.Cuando estuvieron en México, también como diplomáticos, estudiaron la relación de ese país con José Martí y Julio Antonio Mella, investigaron con paciencia y rigor histórico elaborando materiales publicados en varios libros. Al estar en Bolivia, recorrieron las selvas, todos los lugares transitados por el Comandante Ernesto Che Guevara y sus hombres en la guerrilla de 1967. Esto significó para ellos comprometerse con una nueva veta investigativa que los marcó para siempre y de la que difícilmente podrán apartarse. A pesar de que han seguido ocupándose de otros temas en distintos libros, los productos logrados con relación al Che son tantos y tan variados que los ubican entre los más importantes de su país y del mundo.

Prepararon la nueva edición del Diario del Che en Bolivia (Editora Política, La Habana, 1987, con varias ediciones posteriores) con fotos, documentos, notas explicativas y el significado de muchas palabras en los idiomas originarios de Bolivia. Publicaron, entre otros, “La CIA contra el Che” (La Habana , 1992 y 2006), premio a la crítica por la Academia de Ciencias de Cuba y “De Ñacahuasú a La Higuera” (La Habana , 1989), libro que por primera vez se presenta ahora a los lectores bolivianos.Varias decenas de personas, de la más variada condición social y de distintos modos de pensar, amigos simpatizantes,  y adversarios de la guerrilla del Che, expresan libremente sus impresiones, con apenas breves comentarios y reflexiones de contexto que ponen los autores. Este es pues un trabajo de profundo sentido testimonial. Su mayor mérito es haber dado la palabra a la gente que vivió de cerca los acontecimientos.

Por el intenso calor humano que encierran los testimoniantes  impactó tanto, que en  Cuba fue llevado a la radio en 60 capítulos en uno de sus programas estelares. También se ha traducido a otros idiomas.   Indirectamente, y sin habérselo propuesto los autores, este libro ha resultado un aporte al conocimiento del habla popular boliviana, aspecto reconocido por el Instituto de Verbología Hispánica, que lo clasificó como uno de los diez libros más importantes para captar y entender el idioma castellano que se practica en Bolivia, tan lleno de estilos y matices marcados por su convivencia con los idiomas originarios. Entre esos diez libros está el famoso “Vocabulario de provincialismos argentinos y bolivianos” de Ciro Bayo (1906), “El léxico de la novela social boliviana” de Evelio Echevarría (1970), el tan conocido “Diccionario de Bolivianismos” de Nicolás Fernández  Naranjo y Dora Gómez (5ª ed. 1996), “Folklore boliviano” de Alberto Guerra Gutierrez (1990) y el “Diccionario de Bolivianismos y semántica boliviana” de Jorge e Isabel Muñoz Reyes (1999).

En la República Popular China “De Ñacahuasu a La Higuera”, tampoco pasó desapercibido, algunos pasajes de la obra  fueron llevados a una pieza teatral  en Beijing y motivó comentarios diversos. Entre ellos los de la investigadora y académica Liu Chengjun quien ha realizado diferentes estudios y visitado varios países de América Latina. No resistimos la tentación de incorporar algunos fragmentos del extenso comentario de la especialista china: “Me parece un libro original, dice, porque hasta hoy, los bolivianos de esos lugares no habían comenzado a hablar..., estaban como callados..., todos hablaban..., menos ellos..., y ahora a través del libro hablan de una manera muy natural y desde su mentalidad.... A través del libro se pueden leer las formas típicas de expresarse de los campesinos, hay quienes apoyan y quienes no... a través de esto podemos ver, que si el Che viviera todavía, vería que tenía razón para actuar. Aunque se pueda criticar, analizar sus formas, pero en el fondo tenía razón y el pueblo quería el cambio... Después de su muerte, las aldeas y el pueblo de La Higuera empezaron a ganar fama, sin embargo los dueños de la selva nunca habían hablado y lo hacen a través de este libro. Por ejemplo, ese joven que ayudó al Che con mucho entusiasmo y luego lo mataron y esa anciana que pastoreaba las cabras, que finalmente no fue la que delató al Che”. " De Ñacahuasú a La Higuera” de Cupull y González llenó ese importante espacio vacío, afirma Liu Chengjun. "Ellos tomaron caminos muy difíciles en la selva y entrevistaron a todos los vivos que encontraron, incluidos traidores, delatores, desertores, de esa manera, en un gran contexto, las figuras de los campesinos, como en una película empiezan a mostrar sus expresiones normales, de alegrías, de angustias, de ira. También lo que falta del Diario del Che empieza a tener explicaciones”.

 "Tal vez, el mérito del Che -concluye la investigadora china- consiste en que ha prendido una llama en el corazón de los desesperados, en la oscuridad de la selva. Tal vez presentía que su guerrilla iba a desaparecer, justamente por eso quería que su llama diera calor a sus vecinos”.

Hasta en China conocen algo de Bolivia gracias a este libro. Ya era hora de que también el lector boliviano pueda reconocerse en sus páginas.
 
Beatriz Mena Fernández
Carlos Soria-Galvarro T.

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